EL TALLER DE
CHRISTIAN M. WALTER
Autores varios. Título:
Tinta Plana. Christian M. Walker.Taller de serigrafía. Lugar: Casa Molino Ángel
Ganivet. Fecha: Hasta el 12 de julio.
Una amplio abanico de
colores se despliega en esta muestra; como si en un gran escenario fuera cada
autor representa como entiende la realidad. Unos evocan sensaciones intimistas,
profundas, informes, pasionales o relajadas. También hay quien declama sobre la
imagen vivida. Sea con un discurso barroco, cargado de varias capas de
significado plástico diverso, o de manera simple, cada intérprete propone una
versión del universo, conformando todos la visión completa del entorno sentido.
Es el color el gran lenguaje utilizado para exponerla, libre de ataduras lineales
o recogido en formas conocidas. El resultado es una obra múltiple y rica en
matices cromáticos. Explotan las sensaciones al ser rozadas por la fuerza del
color, comprendiendo el gran misterio que encierra la existencia.
Y el gran maestro de escena
está oculto tras todos ellos, pero no invisible, pues su influencia los auna,
dirige y coordina. Christian M. Walker, en su taller de serigrafía, consigue
organizar una trama pictórica que confluye en el triunfo del resplandor
cromático, que latente emite sincrónicamente sus radiaciones.
La serigrafía es una
herramienta más que permite introducir al artista en el espacio de
representaciones insólitas, que atraen en su contemplación, manteniéndose el
conocimiento del oficio del autor siempre como protagonista hacedor, también
desvelando, de nuevas posibilidades de dicción plástica.
Son muchos los pintores
que intervienen en esta muestra, todos de primer nivel, algunos de ellos iconos de la historia
actual del arte. Coinciden en el desarrollo de la serigrafía como técnica de
expresión artística, trascendiendo la instrumentación técnica para imprimir el
poder de su genio, en papeles especiales o mezclas de tintas originales.
Gracias a C.M. Walker han podido coincidir todos ellos, reflejando la esencia
de la vida a través de múltiples tintas impresas. Hay que destacar aquí el
magnífico texto de Joaquín Peña-Toro, comisario de la exposición, contenido en
un catálogo que hace honor a la exuberancia de tonalidades que allí se pueden
encontrar.
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