EL LADO OCULTO DEL POEMA
Autor: Miguel Carini. Título: Viaje
hacia el lado oculto del poema. Lugar: Espacio de Arte Santiago
Collado. Fecha: Hasta el 29 de febrero.
La musicalidad de la palabra atrae al
espíritu, se funde con él, suscitando emociones. En la poesía es
utilizada para componer estructuras rítmicas, que envuelven el
entendimiento, producto del sonido oportuno que los fonemas ofrecen,
de los silencios, de la melodía soportada en las estrofas. Mas hay
poemas donde el ritmo pierde fuerza ante la profundidad de la idea
inherente en la frase, en la imagen sugerida por el juego de
palabras, en la propuesta que los significados inducen. El artificio
musical, como el de conceptos que golpean los sentimientos, son capas
que encubren un amplio campo de temas comunes en todas las
composiciones poéticas, que se pierden en los arcanos profundos de
la memoria. Es, como dice Miguel Carini, el lado oculto del poema. La
pasión desbordada, felicidad, el amor, la violencia, lujuria,
ambición, muerte, miedo al vacío, pavor ante el tiempo que pasa,
son reiterados en toda composición lírica.
Miguel Carini plasma los sentimientos
contenidos en la literatura poética, para expresarlos en
composiciones plásticas, sea sobre lienzo y papel, monotipos,
xilografías y pasteles. Traduce el ánima que da sentido al verso en
un campo de color, que palpita en la superficie de la obra, agitado
por el viento de la emoción. No son obras de monotonía cromática,
sino que contienen un barroquismo de colores dinámico, agitado,
chispeante, intrincado, donde como fuego de artificio surge el tono
discordante, sorpresivo, que introduce una tensión visual en la
pieza, para llevar al espectador al precipicio de la aparición
súbita, dando lugar a la sorpresa que vence la razón. Las
inflexiones del texto, sus ondulaciones, giros, y descubrimientos
inesperados, son descritos por el pintor en una conjunción de tonos
que se rozan entre sí, para que se escape entre sus límites el
brillo que da vida a la composición. En el seno del océano de
múltiples destellos vibrantes viven ajenos sus personajes, sumidos
en preocupaciones existenciales, definidos en un trazado sinuoso,
sensual e intenso. Son escenas llenas de magia, imaginación de un
mundo extraordinario, preso de la belleza, de fantasía, anhelante en
todo momento de la libertad, ofrecidas en el relato contenido en el
texto.
El resultado del trabajo plástico de
Carini ha sido descrito en estas líneas, en un intento aproximado
que se queda corto ante la realidad del resplandor de su
visualización. Pero el merito del autor es aún mayor, cuando se
estudia la técnica usada para realizar su propuesta artística en el
grabado, pues ahonda en sus posibilidades para romper la uniformidad
de las capas de color, que organizan sus creaciones, mostrando un
cosmos multiforme, de amplia paleta, con agudos y graves en las
tonalidades expuestas, distribuidos con profusión, enlazados en una
conclusión armoniosa, gracias a la hábil capacidad técnica del
maestro. Miguel Carini reflexiona sobre la esencia de la Poesía, la
épica de la existencia.
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