viernes, 18 de marzo de 2016

LA OBRA DE EL BOSCO COMO CAMINO DE SALVACIÓN




UN RESPLANDOR EN LA OSCURIDAD



 
 
La ceguera del mundo invade los corazones, los aferra a sus pasiones, y atados a ella el hombre permanece en su jardín, en el cual espera encontrar las delicias. La turba jalea al Hijo de Dios, pordioseros, intelectuales, comerciantes y sacerdotes, todos quieren ahuyentar la Verdad, ofrecida en el Cordero Pascual, ofrenda para la Redención. Carceleros descreídos, gobernantes cínicos, y sumos sacerdotes guardianes de una ortodoxia seca, vacía y ciega, no quieren ver los signos de la Salvación. Las promesas del mundo anegan su conocimiento. Cristo, doliente y resignado, mira con amor al género humano, perdido en la noche oscura del pecado.
 
 
 

UNA SOMBRA SE OPONE A LA LUZ
 
 

 

Resignado y paciente Jesús oculta su dolor. Es su ofrenda voluntaria, surgida de un Amor profundo hacia el Hombre. Éste perdido en una realidad ficticia busca la felicidad, mas los falsos profetas le guían hacia su perdición. Vive esclavo, sometido a vicios y vanidades, volátil consistencia ante la decrepitud que el tiempo conlleva.
Las fuerzas del Mal intentan oscurecer el resplandor divino, se apoderan de los verdugos, sometidos al pecado, sus gestos son reflejo de la sombra que oculta la Verdad. Lo increpan, torturan, mas el Salvador se ofrece indolente hacia el Sacrificio final, obedeciendo la voluntad del Padre.
 
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HORAS PREVIAS AL AMANECER

 

La búsqueda de la verdad requiere un pensamiento apartado de las imágenes terrenales, pues éstas engañan la razón, llenan de soberbia el alma. Las realidades ofrecidas por el mundo sostienen que se puede alcanzar la felicidad, mediante los sentidos corporales.
Es la vida auténtica un camino intrincado, lleno de renuncias, dolor, soledad del espíritu, más la fe en la Salvación, y el amor que la sustenta, hace que la alegría del futuro encuentro, con el Amado, dé fuerzas en el doloroso trayecto.
Los poderosos viven indiferentes el Sacrificio de Dios, son insensibles al amor. Otros seres, serviles instrumentos de su egoísmo, azotan, insultan a la Luz de la Salvación. Cristo nos mira, y pregunta: ¿Estás dispuesto a encontrar la única Verdad?
 
ECLIPSE, REVELACIÓN Y LUZ
 
 
 
Soledad del Amado, éxtasis de dolor profundo, ruptura de la barrera oscura que engaña al conocimiento. Se descubre la vía hacia el Creador, se vence el pecado, el maligno ha sido derrotado.
Cristo hombre ha sufrido el sacrificio expiatorio. Su Madre y discípulos lo acompañan como testigos de la Redención humana. El amor se refleja en esta obra de El Bosco, la luz tibia adorna al grupo orante, la Verdad les ha sido revelada, viven de espaldas al gran mundo ficticio.
 
LOS PELIGROS DEL ALMA


 
El hombre posee una mente dócil a los embaucadores y charlatanes que desvirtúan la realidad, los cuales ofrecen la manzana de oro, el poder, placeres, riqueza, sentirse superior, abandonando el Amor, Se interna en la oscuridad, perdiéndose en peligrosos caminos infestados de la maldad del egoísmo, olvidando la Luz del Paraíso.

Es tentado, abandonando la estancia feliz en la contemplación del Rostro Divino, para querer elegir entre el bien y el mal. Su inocencia original hace que caiga en la gran mentira de lo material, en etéreas y falsas realidades, cayendo en la esclavitud de sus pasiones. Esta desviación de la Luz lo conduce hacia el sombrío sendero de estancias lóbregas, frías prisiones de dolor, soledad, pérdida y desesperación. Permanece atado a sus más bajas apetencias en el falso futuro prometido, ha desoído la voz del Salvador. En el Jardín de las Delicias, de El Bosco, se resume el camino hacia el olvido del Amado.











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