jueves, 22 de septiembre de 2016

MERCEDES LIROLA EXPONE EN ARRABAL&CÍA


EL TIEMPO ATRAPADO
Autora: Mercedes Lirola. Título: Antesala de una tormenta. Lugar: Galería Arrabal&Cía. Fecha: Hasta el 8 de octubre.

Mercedes Lirola congela el instante voluble, expresado en movimiento, en cada una de sus piezas cerámicas. La artista plasma la fugacidad del tiempo en su trabajo plástico, convirtiendo la artesanía cerámica en expresiones delicadas de la sutilidad de los momentos irrepetibles, que siempre son pasado. Es por lo que salva del olvido el gesto matérico sometido al signo temporal del movimiento, declamado como elemento extraído de su entorno para contener el pulso del instante, la acción contenida como potencia, sugerencia de lo que puede ser, ritmo cambiante que vibra en el entendimiento en su estado inmutable. Propone la acción presentida en el temblor de la materia, cuando está sometida al vaivén de las fuerzas y elementos.
La autora manipula el barro, tierra y agua, lo transforma con su ingenio y concluye como imagen del aire, de las ondas acuosas, de los destellos intangibles, solidificándolos, para elevarlos en sensación de vida, a viaje atemporal que induce a sensaciones líricas. Son sus composiciones relatos poéticos de la emoción de la vida, de la caricia del viento cálido del sur, de los estanques dorados silentes, cuya evidencia de estar conectado con la existencia se traduce en la levedad de los movimientos percibidos, como tenues ondas en el agua producida por el insecto, el roce de las manos o el abrazo de la brisa suave. Mercedes Lirola interpreta estas sensaciones y traduce en elaboraciones cerámicas de resplandor sensitivo, belleza efímera que atrapa para que vibre continuamente en la mirada, en una difícil empresa desarrollada a partir del barro cocido. Transforma la sustancia inerte en soplos de vida, reflejados como brillo sorpresivo que se imprime en la mirada como obra de arte. Es logrado por esta creadora plástica gracias al buen dominio de la técnica alfarera, y sobre todo a su ingenio y estado de gracia compositiva.
Mercedes Lirola prosigue ahondando en la naturaleza de la materia, destilando de la Naturaleza un poema visual radiante de belleza.
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

jueves, 15 de septiembre de 2016

JESÚS ZURITA CON LA OBRA DE JOSÉ GUERRERO


LOS SILENCIOS EN LA PINTURA

Autor: Jesús Zurita. Título: Raja y grieta. El aire en Guerrero. Lugar: Centro José Guerrero. Fecha: Hasta el 2 de octubre.

Es un ejercicio complejo el emprendido por Jesús Zurita, pues se enfrenta a un icono de la pintura vanguardista española, del cual todos sus aciertos han sido ya escritos. Jesús Zurita es un artista de calidad conocida, amplio futuro y prometedores hallazgos, pero entraña una empresa difícil el diálogo con un gigante ya situado en la historia de la Pintura.
El autor resuelve el escollo con una organización del trabajo plástico de José Guerrero, estructurándolo en torno a un discurso expositivo, donde centra su intención creativa en el dilema de lo continuo y el vacío, el todo o la nada, la luz y la oscuridad, el silencio como hilo conductor o un mensaje torrencial que anega la mirada. Opta muy bien por los silencios, por las comas y puntos visuales introducidos en el texto que describe esta propuesta artística. Reflexiona Zurita entre raja y grieta, la discontinuidad introducida con fuerza, ruptura brusca del ritmo acompasado, frente al vacío natural, a la huella del tiempo, a la nada armónica impuesta por el devenir de la existencia, que se acopla al paisaje, a lo cotidiano, creando una melodía sinuosa que dirige la lectura al mirar la composición.
En las diversas plantas del edificio organiza el artista su instalación, posicionando la obra del gran maestro según una sucesión rítmica de imágenes, colores, impulsos cromáticos, silencios entre los cuadros; impregnado todo del sentido de la grieta, de la brecha incorporada por José Guerrero en sus producciones. Genera en algunas estancias un universo telúrico, de oquedad, la cueva que dará a luz un torbellino de gamas depositadas por la fuerza del genial autor granadino, en sus ansias de introducirse en el espíritu del color.
Jesús Zurita resuelve inteligentemente su propuesta plástica, consiguiendo expresar un relato original, que abre otras perspectivas para entender la obra de José Guerrero.


 


 
 

 

 

 


 
 

 

 

 

 


 
 
 



jueves, 8 de septiembre de 2016

JOSÉ LUIS OCAÑA EXPONE EN GRANADA

LA MIRADA MÁGICA
 
 
 Autor: José Luis Ocaña. Lugar: Hotel Ladrón de Agua. Fecha: Hasta el 18 de septiembre.

Magia, intimismo, un mundo centrado en el protagonista, es la mirada pictórica propuesta por José Luis Ocaña. Convierte sus ilustraciones en piezas artísticas, al ser interpretadas como producciones plásticas ajenas al entorno literario o comercial, alejado del cómic, presentadas como objetos de contemplación estética.
El autor describe un espacio cerrado en el universo fantástico del protagonista, diluyéndose las formas reales para adquirir aspecto de ensoñaciones, marcadas por un poderoso cromatismo que deja su huella en el recuerdo, un colorido que además contribuye a enfatizar las emociones latentes, los juegos sugeridos, el descubrimiento continuo de una realidad que se agranda, que va tomando cada vez más detalles minuciosos, ganando fuerza las formas, escapando de la irrealidad. Pero el pintor mantiene en estado de equilibrio indeterminado el ritmo de la escena, en perennidad provisional, pues no se sabe si tras el descubrimiento se desvanecerá todo el artificio del entorno sentido. Mientras, persiste la magia del instante, predominando las sensaciones sobre la razón entendida.
José Luis Ocaña introduce en sus acuarelas la vida sentida de un niño, que va acumulando recuerdos en cada una de las estancias mostradas dentro de cada pieza. Hierve de sensaciones sus obras, pues crean el ambiente, relatan la historia a través de una gama espesa de tonalidades, cuando las palabras son escasas y el peso de los sentidos traducen el lenguaje descriptivo de una realidad. El artista sabe utilizar de forma profusa una dicción cromática ajustada, intensa, dejando que el pincel acuoso plasme el color con rotundidad, evaporándose en sus bordes, conduciendo la mirada al centro de la acción, al protagonista y su gato acompañante. De allí se abre para comprender un entorno emocional sugerido por la impresión de los colores. Penetra muy bien en el alma de la infancia.
El artista organiza un relato interesante, que escapa de la ilustración industrial para convertirlo en arte.












miércoles, 7 de septiembre de 2016

A PROPÓSITO DE ORBANEJA

 
En el Quijote se habla de un pintor de Úbeda llamado Orbaneja, el cuál cuando pintaba un gallo ponía debajo “este es un gallo” por si el que lo viera lo confundía con una zorra.
Describe muy bien Cervantes el problema de algunos pintores con pretensiones mayores a sus capacidades, que necesitan de un título para poder situar, y descubrir, lo que se ha pintado.
Existen hoy día muchas exposiciones en las cuales pesa más el catálogo que la obra, donde el autor no explica por qué ha pintado, qué ha pintado, y qué quiere que se comprenda, y a veces deja a la libre inventiva del espectador el resultado final de la obra. Se introducen en estos juiciosos, estéticos y cripticos, catálogos o folletos, en sesudas reflexiones, en citas eruditas, en analogías, en reconstrucciones ficticias, mas se reduce en su intención, pues no toca ni siquiera tangencialmente la atención del gran público, quedándose en un producto de estudio, elogio y autoelogio, de profesores, críticos timoratos y academicistas. Todos comentan la despersonalización de la obra, la manejabilidad de la materia, el producto expuesto para que sea compartido, incorporado, manipulado, festejado e introducido en la gran trama de la escena del mundo. El arte como participación y sugerencia.
La pintura es libertad, es técnica, es lenguaje, expresión rotunda de un estado o realidad. Un cuadro elaborado con una excelente técnica, una buena conjunción del color, e incluso con un tema atrayente, si no tiene estilo vivo, se queda en nada, en mera ilustración, reproducción o producto comercial aséptico. Se puede haber estudiado una carrera para ser un pintor, escultor, escritor, actor…, mas si no se tiene la fuerza del estilo, la garra de la emoción, el poder de suscitar sensaciones, llámese belleza, inquietud, asombro o reflexión, se es un mero operario de una cadena de montaje cultural.