LUIS CASABLANCA
Genio, inquietud, creatividad incansable y claridad de ideas, poseía Luis Casablanca, artista argentino afincado en Granada y profesor de su Universidad. Hace días conocimos su fallecimiento, duro golpe en el ámbito plástico de nuestra ciudad.
Luis Casablanca era hábil en la expresión artística, superando los materiales tradicionales, expresando con precisión el relato que sostiene el motivo de la exposición, o la idea estética que justificaba la muestra.
Su obra trascendía la materialidad clásica de dicción plástica, para adentrarse en posibilidades novedosas de plasmación del dibujo, el color, la impregnación de la esencia del sentimiento visualizado. El fin propuesto era vario, pues mientras que en unas instalaciones buscaba la reflexión o la denuncia en un relato visual, de consistencia narrativa, sólida impresión en su contemplación y equilibradamente dispuesta en la Sala, también se dejaba llevar por la inercia creativa, sumido en la armonía de lineas y colores, centrado en una producción artística cotidiana, ofrecida para su disfrute como moda, destello de una mirada feliz sobre una realidad uniformada. Discurría a veces por los cauces del divertimento, arrastrado por ríos cromáticos revueltos, salvajes, incorporando formas imposibles, de cuya confrontación con el mundo de la razón surgían destellos, sobre soluciones estéticas útiles en la composición visual. Sus obras estaban dispuestas para el disfrute compartido, sea como moda o juego contemplativo resultado de la investigación plástica. Poseía la capacidad de trabajar en equipo, compartir sus experiencias, ayudar a sus estudiantes, ser gran amigo, artista y dinamizador cultural. Gracias a su impulso se estimularon los campos tradicionales y académicos de la creación artística granadina. Por eso creo que su trabajo no se perderá, seguirá dando estupendos frutos entre sus compañeros y alumnos.
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