viernes, 29 de julio de 2016

EL COLOR EN ANTONIO ROA

EN EL MAR DE LA CALMA

Autor: Antonio Roa. Título: La caricia del color. Lugar: Centro de Lenguas Modernas. Fecha: Hasta final de agosto.
 
La nueva exposición de Antonio Roa posee un carácter singular, circunscrita al mundo intelectual del autor. El tema elegido por éste recoge aquellos momentos de la pintura que le han influenciado en su concepto estético, jugando con sus representaciones para concluir en expresiones personales, fuertemente cargadas de signos, gestos, guiños, ideas propias, que convierten cada obra en un tratado hermético del pensamiento artístico del pintor. En esta ocasión trabaja el trazo recio, poderoso, marcando la superficie del lienzo con intención de perenne supervivencia, recordando reflejos del cubismo, algo surrealista, muy centrado en la vanguardia clásica del siglo XX. Y sobre este entramado de líneas sinuosas, de sensualidad controlada, deposita un color denso, de tonalidades abiertas, cálidas, con manchas grávidas que sujetan la fragilidad de las gamas descansadas en el cuadro. Surge un conjunto armonioso, vibrante, de esplendida visualización, que vuelo etéreo en el entorno, sometiendo a una pastosa y cálida sensación al espectador.
Antonio Roa explora los mares ignotos del color, sus tormentas cromáticas, perdiéndose en esta ocasión en el mar de la calma, sereno resplandor áureo de los instantes rompientes de las horas luminosas, dorada sensación que genera estados de fantasías en cada una de sus piezas. Son éstas producciones sencillas, de ligera contemplación, que tras vencer el efecto de las radiaciones de sus tonos amables, reflejan un buen gusto cromático, la agilidad de la paleta, la versatilidad del pintor, la flexibilidad de su oficio a la hora de organizar una propuesta plástica, apoyado todo en una sólida fundamentación de cultura pictórica. Añade Antonio Roa un universo simbólico que atrapa la curiosidad del espectador. Logra presentar un excelente conjunto artístico.
 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 

jueves, 28 de julio de 2016

ILUSTRACIÓN DE M. RUIZ EN LA REVISTA ASPHALT


MANUEL RUIZ EN ALEMANIA

Hay pintores de intensa actividad expositiva en Granada, e incluso muestran sus obras en el resto de España en lugares de gran referencia artística de Madrid o Barcelona. Algunas veces lo hacen en el extranjero, con buenas críticas y éxito al presentar sus producciones. Son numerosos, y siempre están en primera línea informativa.
También hay pintores de silencio largo en nuestra ciudad. Trabajan callados en los momentos eternos de la rutina, creando piezas de excelente calidad pictórica, exportando su trabajo a otros entornos más allá de nuestras fronteras.
Este es el caso de Manuel Ruiz, creador plástico granadino de larga trayectoria e instalaciones plásticas. Su producción es intensa en cromatismo, donde los azulados, verdes, ocres, dorados y amarillos triunfan sobre el resto, plasmando siempre el alma nazarí, los genios que recorren esta porción de tierra andaluza. Extrae la sustancia de la materia, expresándola como un combinado armónico, similar a la interpretación sensitiva de una partitura, concéntrica, explosiva a veces, sentida en la mirada.
En el último número de la revista literaria ASPHALT, publicada en Alemania, colabora con una ilustración en homenaje a Georg Büchner, dramaturgo alemán del siglo XIX, alma pesimista, que con su utopía social quería redimir al hombre sencillo, a través de su teatro y escritos, buscando conseguir una sociedad más justa y solidaria. En su propuesta, Manuel Ruiz ofrece una obra densa, barroca, abarrotada de signos e imágenes, donde con Georg Büchner, incorpora las figuras de Federico García Lorca. Francisco Ayala y Rafael Guillén. Es un universo que va creciendo, hacia el límite del cielo, iluminadas todas las imágenes del relato con dichos autores, más otros iconos del universo de las letras. Es una visión de luces múltiples, donde los escritores sugieren mundos de ideas que encierran el misterio de la naturaleza humana.
Manuel Ruiz ha logrado componer una ilustración de expresión concisa, riqueza narrativa, y acierto en la descripción de la figura de Georg Büchner.
 
 

 


martes, 26 de julio de 2016

PEDRO ZAMORA EXPONE EN EL ESPACIO DE ARTE SANTIAGO COLLADO


DREAMSVILLE

Autor: Pedro Zamora. Título: El color del Límite. Lugar: Espacio de Arte Santiago Collado. Fecha: 31 de julio.

Las luces despliegan las palpitaciones de vida de aquellos seres recogidos en el interior tras las ventanas. Es un paisaje de tonalidades amplias, que por su diversidad se convierte en irreal, soñado, espacio onírico para representar un instante intimista, deambulando en la gran avenida, rodeado de las iluminaciones se preludia soledad, fría sensación, murmullo presentido, silencio y color.
Pedro Zamora elabora una obra de atractiva contemplación, producto de su formación académica, es arquitecto, reflejado en el montaje, original por el origen de la materia manipulada en las composiciones, tristes y sencillos cartones usados, que rescata de la nada para convertirlos en estrellas permanentes, en una representación sin fin como pieza artística. La instalación en su conjunto recuerda a Mark Rothko, el uso del color industrial de Roy F. Lichtenstein, la estética de lo usado y despreciable de Tristán Tzara, el concepto del arte póvero, más no es nada de eso, pues constituye la expresión constructiva del artista, basado en la utilización inteligente del cartón, con su color original, combinado hábilmente en la pieza, relacionando de forma equilibrada su cromatismo en la muestra, obteniendo una producción de exhibición brillante, que seduce por la policromía rítmica de un amplio espectro de colores. En otras elaboraciones, limpia la superficie e imprime el paso del tiempo, el peso de su uso, la manipulación humana, el consumo de usar y tirar, el espíritu industrial que sustenta la vida moderna, el destino de lo sencillo. Expresa el autor la realidad auténtica, la humildad escondida en el resplandor de la belleza externa, la importancia de lo mínimo, el valor del intelecto, comunicando que con menos se puede construir el todo, la emoción originada por el lenguaje de la vibraciones de radiaciones tonales, simulando el cosmos de la urbe, el imperio subyugante del color.
El galerista Santi Collado acierta de nuevo, ofreciendo una propuesta de aplastante calado visual, cuyo autor reorganiza elementos de otros estilos artísticos para exponerlos con soltura, personalidad y nueva perspectiva de entendimiento estético. El malagueño Pedro Zamora desarrolla un trabajo de esplendida calidad plástica.


 

 

 

 
 

 

 

 




miércoles, 20 de julio de 2016

OBRA DE E.PARDINI EN GRANADA


DESPUÉS DE EUGENIO PARDINI
 
Sobre la Exposición de la obra de Eugenio Pardini en CajaGranada.

La obra de Eugenio Pardini es singular y predecible, por la constancia de su estilo a lo largo de su carrera pictórica, aunque no por ello ha sido indiferente a la influencia, o se ha sumergido intencionadamente, en campos contemporáneos de estéticas novedosas.
Pero siempre resurgía el espíritu Pardini, como Pintura eterna, térrea, ligada a su cultura personal, a las influencias que su intelecto estaba sometido.
El dibujo de su obra posee un sustrato geométrico, de inicio duro, el cual se suaviza gracias a las aristas pulidas en los giros de sus trazos, de sedimentación gruesa, desvaídos en su trayecto final de fulgor apagado, apareciendo silentes, en un transcurso temporal anodino. Siembra el color dentro de su perímetro, el cual va mutando las intensidades a lo largo de las décadas, pasando de un tono oscuro y terroso, reivindicativo del paisaje y las brumas de la Historia, típico de los años cuarenta, pasando por la ligereza azulada y clara de los cincuenta, para adentrarse puntualmente en la aventura del cromatismo espontáneo, que desaparece como un sueño para coquetear con la abstracción, surgiendo una figuración fantástica que retoma los temas iniciales de la mirada eterna de la cultura del pintor, Madonnas, fiestas populares, paisajes rústicos, juegos florales, venus sensuales, que recobran la opacidad de tonos primigenios, para devenir en los noventa a un estilo caprichoso, ecléctico y de fuerte personalidad pardiniana.
Es por ello, que Eugenio Pardini es un artista original en el panorama plástico de la segunda mitad del siglo veinte: bebe de la tradición, se impregna de estilos colaterales imperantes, crea una forma diferente que reclama la representación figurativa sublimada, como una llama que quiere ser ascua. Así es como se puede observar la obra de este sugerente pintor italiano.