miércoles, 21 de junio de 2017

EL MOLINO DE TIEMPO DE JOSÉ SALOBREÑA


MOLINO DE TIEMPO

Autor: José Salobreña García. Título: Molino de Tiempo. Lugar: Biblioteca de Andalucía.
Fecha: Hasta el 23 de junio.

El molino gira, gira, el tiempo no es su problema. El paso es cíclico, pero sin embargo distinto cada instante que transcurre, permaneciendo el eje fiel a sí mismo.
El título de la exposición recoge muy bien esta idea, definiendo la propuesta de José Salobreña. La obra presente esta unida por el concepto de calidad, amplia visión artística, profundo conocimiento de los estilos en boga, sólida base pictórica, y ágil adaptación a los momentos cambiantes. Su obra significa una evolución cíclica sobre un mismo ideal, quedando como sustrato común, en todas sus piezas, la fuerza del discurso, la rotundidad de la línea, el poderío del color.
José Salobreña propone, como fundamento de la instalación mostrada, la producción lírica de Federico García Lorca y su relación con el paisaje, el aprendizaje de las costumbres del lugar, la belleza de la Vega, el devenir tranquilo e insinuante que marca el tiempo de sus campos. El poeta sin su entorno carece de significado, convirtiéndose en objeto manido por el consumismo. Suena su voz, queda la musicalidad de las estrofas rítmicas, mas las imágenes extraídas carecen de sentido, pues se olvida el lugar de donde surgieron. Busca el pintor al Lorca auténtico en el espíritu de la Vega granadina, las gentes que la habitan, su historia.
Hablar de la obra de José Salobreña sobra, pues basta contemplarla y sentir el susurro que trasmite. Recorre el autor su pasión estética escrita con el pincel. Comienza con la descripción del paisaje de Fuentevaqueros, sus tradiciones, personas… envuelto todo en un colorido cálido, agradable, ajado por los años, reflejo del estilo imperante en su juventud. Surgen creaciones descarnadas en los sesenta, donde intensifica las tonalidades, jugando con colores grávidos, apasionados. Las figuras se perfilan, denuncia el artista el abandono de sus habitantes, el desarraigo, la injusticia de la desigualdad. La especulación, el olvido y trasformación del espacio agrícola, son representadas en piezas de figuración expresiva, cargadas de intenso simbolismo. En su etapa neocubista recrea composiciones de solida mirada, brillantes, frías y duras. No se emocionan ante la memoria del ambiente. Cierra con una pintura fresca, de rotundidad visual, significado ácido y momentos de resignación ante el futuro, espejismo sólo, pues el pintor da un giro a su creación para retomar de nuevo el hilo inicial de su historia. Lorca y la Vega de Granada son consustanciales.

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